Llevo una soledad tan cotidiana
tan concurrida de nostalgias,
rostros de despedidas y besos recibidos bienaventuradamente 
Llevo una soledad tan cotidiana 
que puedo transformarla cambiando de tonos, colores de tamañosy virtudes 
por años, por olores y sabores.
Puedo organizar mi soledad de mil maneras
Me acobijo a tus ausencias, que curan las heridas y las vuelven a herir
Con mis ojos pegados en tu rostro 
Ando a oscuras entre sombras de angustias y deseos
de muecas y sonrisas de promesas incumplidas 
No quiero visitantes 
Le pongo cerrojo a mis ingresos 
No quiero caricias momentáneas 
Los días se van queda los recuerdos
luego los recuerdos se van y nos queda la nada 
Ya mis ojos se cierran 
En la completa soledad
Solos mis rostro y mis ojos en completa desolación.
Erika Borja.
martes, 23 de septiembre de 2008
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